miércoles, 2 de junio de 2010

Los niños en condicion de calle y riezgo social en la Rep.Dom.

Por: Lic. Gisell Rubiera Vargas.-

Desde inicios de la década del 2000-2010 hemos estando observando el gran incremento de niños de nacionalidades tanto dominicana como haitiana abarrotando las calles y avenidas de las diferentes ciudades del país en situaciones de abandono y riesgo por las diferentes circunstancias de peligro a las que se ven sometidos.

Existen instituciones en nuestro país en la actualidad que trabajan con muchos de estos casos de niños que presenta situaciones de vida deprimentes de abandono y precariedad social.

Pero la verdad es que el verdadero eje de este problema social ha sido olvidado tanto por los sistemas de gobierno como por las mismas instituciones sin fines de lucro que reciben grandes donaciones de la sociedad civil y de instituciones del estado así como de organismos internacionales; y es que la verdad para poder producir cambios significativos en este fenómeno es necesario estudiar sus orígenes y este no está nada más ni nada menos que en la misma sociedad y en las familias de estos niños, jóvenes y adolescentes que viven estas circunstancias.

La sociedad, organizada en instituciones reguladoras de convivencia y orden social es la encargada de velar por el bienestar de estas familias de escasos recursos que cada día están mas aisladas socialmente, que cada vez poseen menos facilidad de acceso a los servicios básicos de salud, alimentación, trabajo, educación y que por lo mismo su núcleo se ve afectado provocando la desintegración de las misma estableciendo un modelo de sostén familiar de subsistencia, donde cada miembro es responsable de suplir sus necesidades alimentarias sobre todo , descuidando las educativas, y a las emocionales, restándoles importancia.

La mayoría de estos niños crecen sedientos de afectos (amor, comprensión, respeto, consideración, confianza), porque prematuramente tuvieron que abandonar sus hogares para lanzarse al desafiante y duro mundo al cual aun no estaban preparados para enfrentar, pero que la necesidad propia lo demandaba.

Estos niños no tienen un futuro asegurado por que la propia sociedad les margina y les divide, los limita de libertad y derechos. La mayoría son vistos por la sociedad como peligros y/o amenazas, negándoles sus derechos humanos e individuales.

Ellos no gozan de la libertad de escoger, de la libertad de jugar, de ver cumplido algunos de sus deseos no básicos, no tienen navidad, no esperan Santa, no tienen año nuevo porque sencillamente todos sus días son iguales (en la lucha constante del querer y el poder) no tienen nada diferente, son días en los que si alguien no les hace el favor de suplir su necesidad inmediata de alimentación, pues sencillamente no se alimentan.

La mayoría de estos niños posteriormente se dedican a actividades delictivas. Prontamente son vistos en el accionar delincuencial, ya que también son utilizados por redes criminales aprovechándose de sus condiciones de vida les dibujan un mundo diferente, es por ello que no les tiembla el pulso para aceptar hacer trabajos que van en contra de las leyes, pero que atienta en contra de sus propias vidas y que las pone en peligro.

Esta es solo una muestra de la realidad que están viviendo la mayoría de familias dominicanas por la incesante desigualdad que enfrentan y por el mismo hecho de la descomposición familiar ya que un niño/a que no recibe orientación y formación en su hogar está expuesto a cualquier tipo de agresión que ponga en riesgo su salud y su vida.

Y es que precisamente estos niños sufren en las calles todo tipo de agresiones tanto de parte de civiles, como de agentes del orden, los cuales los culpan de delincuentes y obvian sus derechos apresándolos golpeándolos. Estos niños y adolescentes en muchos casos son violados sexualmente por criminales que se aprovechan de su crítica situación ofreciéndoles dinero.

En el futuro estos niños permanecen llenos de dolor y resentimientos por las oportunidades que la sociedad les negó y verán en todo el mundo un culpable de su suerte. Pero lo mas penoso es que la mayoría de personas en lugar de ayudarles los aíslan y les condenan a la marginación negándoles la participación en la sociedad, por haberle negado la oportunidad de ser como cualquier otro ser humano.-

Debemos ir mas allá de leyes y políticas que legislen en favor de estos niños, hay que hacerlas operativas; aprovechar que las tenemos y usarlas en su favor.-

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